Educación, Moral y Religión
Análisis de Lectura
1. INTRODUCCIÓN
En el pasado mucha gente creyó, tal vez no
tanta como en el presente, que los aspectos más importantes de la educación son
su moralización y su fuerza religiosa. De hecho, este punto de vista constituye
una teoría acerca de la educación, es decir, la teoría de que la educación
involucra necesariamente un contenido moral y religioso.
El filósofo de la educación puede indicar que
esta teoría se basa en el uso estipulado de Educación, por lo que la inclusión
de estos elementos forma parte del término.
Desde
mi punto de vista, creo que en el
presente, son muchos los padres de familia que buscan colegios laicos. Tengo la impresión de que actualmente si se
busca que exista cierto programa de valores, pero desligados de compromisos de
tipo religioso.
El
filósofo de la educación tiene que enfocarse en descubrir el por qué de la
educación religiosa y de la educación moral,
tiene que ayudarnos a entender sus objetivos, sus propósitos y las razones por las cuales es importante, e
incluso pudiera ser indispensable, incluir estos temas en la educación de los
niños.
2. MORAL Y EDUCACIÓN
La moral o
la moralidad, se refiere al comportamiento humano juzgado desde un punto de
vista normativo, es decir, lo que se debe hacer. A diferencia de la prudencia
que se aplica a tareas que afectan los intereses de nosotros mismos, la
moralidad se aplica a las acciones que afectan los intereses y bienestar no
sólo de nosotros sino también de los demás.
Podemos
pensar en la moral como una jerarquía de actividades, en donde en el nivel más
bajo, están las prácticas morales, decir la verdad, cumplir las promesas.
Después están las teorías morales que tratan de dar una explicación general o
justificación de lo que se debe hacer. En el nivel superior está el análisis de
conceptos y el escrutinio de las teorías morales que constituyen la filosofía
moral.
Es muy
probable que exista una relación entre el filósofo de la moral y el filósofo de
la educación, sobre todo si se concibe la educación como una empresa
predominantemente moral; pero no podemos dejar que el filósofo de la educación
se pierda en la filosofía moral, que es
un océano amplio del cual no se tienen mapas adecuados.
El punto
de vista de que hay una relación entre la moral y la educación surge
parcialmente de la creencia de que la educación es la iniciación del alumno en
áreas de conocimiento y comprensión de
que por sí mismas son valiosas.
Otra
aproximación a la afirmación de que la moralidad es una parte necesaria
consiste en que existen formas diferentes de conocimiento y comprensión (por
ejemplo las matemáticas, la ciencia, la estética, etc.) a partir de las cuales
el hombre ha desarrollado diferentes concepciones del mundo y todas ellas son
esenciales para la condición humana. Siendo así, es válido decir que la
instrucción moral es una parte deseable, aunque solo contingente de la educación
general, en otras palabras, no es una parte necesaria de la educación en el
sentido de que cada docente debe ser un maestro de la moral. Cuando un maestro
enseña matemáticas, historia o ciencia, no enseña moral. Por supuesto, el papel del educador está sujeto a la práctica de la moralidad en la
enseñanza, por lo cual el educador está obligado a utilizar procedimientos
morales aceptables. Pero enseñar moralmente aceptable no es lo mismo que
enseñar moral.
Es
vital que cada docente se involucre en cuidar aspectos éticos y morales. El modelo de enseñanza-aprendizaje debe ser
integral en todo momento. Aún cuando a nosotros no nos toque enseñar los
fundamentos, conceptos y definiciones, es indispensable enseñar con el ejemplo.
El
trato hacia los alumnos, la cordialidad y la claridad en las evaluaciones son
algunas de las oportunidades que tenemos para demostrar la importancia de las
reglas y los valores en todo sistema institucional.
3. EDUCACIÓN MORAL
La educación moral es un asunto de transmisión de
conocimientos tiene relación con la
influencia en la conducta y supone cierta cantidad de conocimientos que el
alumno debe adquirir. La adquisición de
este conocimiento involucra comprender
conceptos morales como “correcto”, “malo”, “tarea”, “promesas” y “reglas”.
A la
pedagogía moral le corresponde precisar la manera de cómo el niño va
adquiriendo este conocimiento. Tiene dos
tareas principales:
1.
Enseñar al
niño a manejar los conceptos y aprenderlos.
2.
Estimular
al niño a actuar de acuerdo a esas reglas.
Dentro de
la pedagogía moral se debe considerar que existe una etapa inicial en donde el
niño no es consciente de reglas y obligaciones. Después hay una etapa en donde
se conocen las reglas y se obedecen, pero las considera impuestas. En una siguiente etapa las reglas son
aceptadas como fijas e inalterables pero dependientes de alguna aprobación o
autoridad. Finalmente el niño las entiende las adopta como propias y entiende
que son parte de la vida social. Durante este proceso es importante que los niños
cumplan, no por hábito, sino que este moralmente educado, ejerciendo su
autonomía y cumple con las reglas independientemente de la prudencia, el
reproche o el elogio.
El
filosofo de la moral no se preocupa por dar consejo moral, sino por el análisis
de argumentos usados en las teorías morales. Un argumento moral es una clase de
silogismo, el cual es un argumenta casos particulares y los aplica a los generales. La manera como se justifica un juicio moral
debe estar de acuerdo con la edad y comprensión del niño. La diferencia entre
el entrenamiento moral y la educación moral es que el primero consiste en
lograr que el alumno haga lo que se debe hacer, mientras que la segunda proporciona
un razonamiento adecuado de lo que se requiere como parte de un deber moral.
En
nuestra sociedad, es importante que los niños adquieran educación moral en la
escuela, debido a que aún nos enfrentamos con padres de familia con escaso
nivel educacional. Es importante
empezar este proceso desde la educación preescolar con el objetivo de formar
generaciones más respetuosas y comprometidas
con la sociedad, con el ambiente y con el país. Los niños deben aprender en la escuela lo que
deben y lo que no deben hacer, entender las justificaciones y hacerlo por
convicción, no por obligación.
Por
supuesto, que no podemos dejar a un lado a la familia, siendo la institución
social por excelencia del niño. Es necesario fortalecer la educación moral en
los padres por medio de programas y talleres, de tal manera que se sientan involucrados
y comprometidos.
4. EDUCACIÓN MORAL Y ENSEÑANZA
Aunque la moralidad involucra el conocimiento y la
práctica, no es una asignatura tradicional del programa escolar y su lugar en
el curriculum no está precisado. Tal como se indicó anteriormente, la moralidad
no es parte necesaria de la educación en el sentido de estar involucrada con
otras asignaturas, sino que es una clase espacial de educación. Desde este
punto de vista se debería incluir la moralidad como una disciplina
independiente.
En la
educación contemporánea la moralidad tiende a entremezclarse con otras
asignaturas. Quizá algunas se prestan más como la religión, la literatura y la
historia, no es el caso de las matemáticas y la física. Sin embargo, aún en
aquellas materias que se puede
involucrar los objetivos no son la persuasión moral.
Actualmente
la educación moral se realiza mejor de una manera completamente informal,
aprovechando las oportunidades y ocasiones que surjan para inculcar
recomendaciones y verdades morales. En
un salón de clases se cuenta con múltiples oportunidades para discutir temas de
vandalismo, conducta sexual, relaciones, sociales que permiten capacitar a los
niños en apreciaciones morales y relacionarlo con los principios morales.
Creo
que la base de una sociedad debe estar fundamentada en la moralidad. Si todos
estuviéramos conscientes de lo que se debe de hacer y nos sintiéramos sumamente
comprometidos y convencidos, difícilmente tendríamos los problemas de seguridad
que estamos viviendo actualmente en nuestro país.
No
creo, que la materia de ética debiera dejarse simplemente a las oportunidades
que los maestros pudieran tener dentro de un salón de clases para
inculcarla.
Considero
que la clase de ética debería incluirse como disciplina independiente desde la
educación preescolar, ya que esto garantizaría la formación de ciudadanos más
comprometidos con la sociedad, con el planeta y con nuestro país. La impartición de la materia en todos los
grados debe hacerse de acuerdo a la edad de los alumnos y siempre de la manera
más vivencial posible.
Creo,
que resulta indispensable que se elaboren proyectos importantes a nivel
nacional para fomentar satisfactoriamente
valores desde edades muy tempranas, con el propósito de crear
generaciones honestas, que sientan respeto por las instituciones y con un
enorme ánimo por construir un México mejor.
5. RELIGIÓN Y EDUCACIÓN
La
relación entre religión y educación ha sido de lo más estrecha en muchos casos.
Muchos educadores están de acuerdo en que la religión y la moral deben estar
incluidas en un compendio educativo ya que sin religión no puede haber
moralidad. Si no se tiene un compromiso con un punto de vista religioso, no se
puede ser verdaderamente una persona moral.
La
relación entre religión y educación puede tratarse de la misma manera que la
relación entre moralidad y educación. Un punto de vista extremo considera que
la educación es un medio que sirve a un propósito religioso. Así iniciar a un
niño en las matemáticas, la ciencia o la historia es ponerlo en contacto con el
propósito divino revelado en el mundo. Otro punto de vista alternativo sostiene
que la educación religiosa es una de las formas por medio de las cuales el
hombre adquiere sentido del mundo que le rodea.
Partiendo
de este punto, no podemos negar que sin cierta educación religiosa sería
desconcertante e incluso incomprensible una buena parte de lo que ocurre en la
vida contemporánea. Nuestra sociedad está formada por con las ideas y
tradiciones del cristianismo y es difícil imaginar cómo podría ajustarse un
niño a nuestra forma de vida con las tradiciones, proverbios, iglesias,
catedrales y más detalles que forman parte de nuestra vida. Toda esta tradición
religiosa es parte de nuestra herencia cultural, por lo cual el niño tiene
derecho a conocerla.
Sin embargo,
la educación no es un asunto de todo o nada y aquellos que no han sido
iniciados en conocimientos de tipo religioso, no pueden ser excluidos del grupo
de personas educadas.
Me
parece que es posible enseñar ética sin necesidad de enseñar religión. Y dentro
de estas enseñanzas es importante incluir el respeto a todas las creencias
religiosas. Creo que muchos de los problemas del mundo tienen ciertas raíces de
fanatismo religioso. Es importante que
enseñemos que todas las corrientes de pensamiento que existen deben contener un
código ético que permitan la convivencia.
Por
otra parte, somos un país católico, no podemos dejar atrás las reglas y tradiciones
religiosas que forman parte de nuestra riqueza como sociedad. Coordinar estas necesidades religiosas con un modelo de
enseñanza que permita el respeto a toda creencia, es parte de una educación
integral fundamentada en valores.
6. EDUCACIÓN RELIGIOSA Y ENSEÑANZA
La educación religiosa puede abordarse de dos
maneras distintas mediante la comprensión y mediante el compromiso.
Si se hace por medio de la comprensión,
debemos incluir la religión en el curriculum y se le debe enseñar de tal modo
que se comprendan sus antecedentes históricos. En una sociedad multicultural es
necesario fomentar los estudios comparativos de la religión ya sea con bases
intelectuales o sociales. Desde este punto de vista resulta complicado acercar
la religión pretendiendo que lo niños adopten un punto de vista.
Ahora bien, si la educación religiosa pretende
ser un compromiso está muy cercana del
adoctrinamiento de la enseñanza, mediante
la imposición de proposiciones.
Lo más recomendable sería tener una posición
intermedia entre el punto de vista que considera la educación religiosa como
proporcionar conocimiento acerca de la religión y de que se requiere un sentido
de compromiso. En este sentido, el maestro podría desarrollar en el niño una
conciencia religiosa enseñándole la vida de los profetas Buda, Mahoma, Jesús a
fin de proporcionarle las perspectivas necesarias para la elección de un
compromiso con una religión particular.
7. CONCLUSIONES
Se analizaron dos temas complicados: la
relación entre la moral y la
religión y la relación de ésta dos áreas
en la educación. La educación moral y la educación religiosa son formas
específicas de educación, ambas necesarias para una formación completa, pero
ninguna indispensable, en el sentido de ser el núcleo y el propósito de la
educación.
Con respecto a la educación moral, se afirma
que consiste en proporcionar al niño conocimiento sobre qué hacer con respecto
al comportamiento que afecta el bienestar de otros.
En cuanto a la educación religiosa, involucra
la adquisición de conocimientos acerca de la religión, pero es un asunto
controversial si una educación religiosa completa implica el compromiso con
respecto a una doctrina.
Partiendo
desde el punto de vista que nos indica que la educación es el proceso que nos
permite integrarnos a la sociedad y a una cultura determinada, considero que la educación moral debiera ser
indispensable y formar parte del curriculum
de enseñanza.
Educar
y concientizar a los niños desde muy pequeños en cuanto a hábitos y respeto hacia su comunidad, permitiría disminuir
problemas sociales actuales como son inseguridad, contaminación ambiental,
falta de agua y muchos más.
No
creo, ni por un momento, que se deba
dejar la educación moral, únicamente cuando
se presenten las oportunidades dentro de
un salón de clases. La educación moral
debería ser formal con el propósito de
cambiar la mentalidad de todos los mexicanos. Ciertamente somos una
sociedad amable, pero nos hace falta aprender a respetar reglas, a aceptar
compromisos y a tener más calidad humana en trato cotidiano.
En
cuanto a la educación religiosa, me
parece muy interesante la propuesta del autor. Es necesario conocer la historia
de nuestra religión y conocer además sobre de las principales religiones que
existen. Aprender sobre sus profetas,
sus objetivos, las condiciones sociales de su surgimiento, nos permitiría en
primer lugar, saber más acerca de nuestra historia y nuestras tradiciones; y en
segundo lugar, nos ayudaría a aprender a
respetar y a convivir armónicamente con todas las personas sin importar la religión que ejerzan.
A
diferencia del autor, considero que ambas educaciones, tanto la moral como la
religiosa, si son indispensables para cumplir con el propósito de la educación,
el cual, consiste en integrarnos a una sociedad, en donde todos podamos
convivir respetando reglas de convivencia y
respetando un número inimaginable de diferentes formas de pensar que
pueden existir.
8. GLOSARIO
·
ANTÍPODAS: Posición radicalmente opuesta.
·
CONTINGENTE: Que puede suceder.
·
ÉTICA: Disciplina filosófica que estudia la moral.
·
HONTANARES: Sitio en que nace fuentes y manantiales.
· INMANENTE: Inherente a algún ser o unido de algún modo
a su esencia. “Su generosidad es inmanente”
·
IRASCIBLE: Propenso a irritarse o enfadarse.
·
PAIDEA: Concepto griego que se refiere a la educación.
·
PERPLEJO: Dudoso incierto confuso.
·
SILOGISMO: Forma de razonamiento deductivo.
·
TAUTOLÓGICO: Cualidad de que una afirmación es obvia,
vacía o redundante.
9. BIBLIOGRAFÍA
T.W.
Moore, “Filosofía de la Educación”, Trillas, México, 2012 págs. 77-94
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